Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar

Identidad, diferencia y desigualdad

El concepto de persona en España podría tener su origen en la época romana, en la que “la «persona» es algo más que el resultado de una organización, es algo más que el nombre o el derecho de un personaje o de una máscara ritual, es fundamentalmente un hecho de derecho.” (Mauss, [1936] (1959) p.323). En este sentido, es la ley la que define quién es persona y quién no y, en este caso, establece que lo es aquella que sea productiva -en el caso de los hombres- y reproductiva -en el caso de las mujeres-, por lo tanto, las criaturas no son consideradas personas.

Algo muy distinto se desprende del texto de Kaufman y Morgan, quienes argumentan: “the reproductive imaging technologies and prenatal genetic testing that contributed to the personification of fetuses” (Rapp, 1999. Dentro de Kaufman & Morgan, 2005, p. 327), es decir que las tecnologías han influido en la forma de percibir la vida, ya que el hecho de poder ver el feto ha contribuido a que se identifique a este como persona, por lo tanto, las criaturas, en este caso, sí son consideradas personas. Es precisamente eso, la personificación, lo que en los casos en los que la criatura nace muerta o muere justo después del nacimiento -o eso es lo que, en ocasiones, le hacen creer a la madre biológica- genera que en numerosas ocasiones -como demostró Lynne con su trabajo de campo- que sea necesaria la realización de rituales para despedirse de ella. En este sentido, el texto de Kaufman y Morgan explica cómo “Hertz showed that death does not coincide with the destruction of an individual’s life, that death is a social event and the beginning of a ceremonial process by which the dead person becomes an ancestor, and that death is an initiation into an afterlife, a rebirth.” (Kaufman & Morgan, 2005, p. 323)

Esto último cobra especial relevancia en los casos de los niños perdidos del franquismo de los que habla Marre, ya que como consecuencia del permanente estado de excepción impuesto en aquella época -y, según Marre, vigente a día de hoy- tuvieron lugar múltiples desapariciones debido a la imposibilidad de modificar algunas de las estructuras existentes basadas en la política del miedo. En este sentido, es importante destacar dos conceptos clave desarrollados por Mbembe dentro del texto de Marre, que son: la necropolítica y la biopolítica, es decir, el poder de gestionar quién desaparece físicamente y de la memoria -íntimamente relacionado con lo que argumenta Hertz un poco más arriba-; respecto a ello, argumenta: “During a long period of state of exception, necropolitics (Mbembe 2003) implemented a reign of terror (Taussig 1992; Green 1994) “disappearing” (NN no name) people, displacing children and stolen babies erasing their identities via death or more “condescending” approaches.” (Marre, 2014, p. 3)

En conclusión, la ley establece quién es persona y quién no y la biopolítica y necropolítica tienen el poder de hacer desaparecer a dicha persona: somos lo que nos permiten ser hasta que dejan de permitírnoslo.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

A %d blogueros les gusta esto: